La COMUNICOLOGÍA que aquí se desarrolla
Desarrollamos la comunicología descubriendo la comunicación en todos sus diferentes contextos, medios, técnicas y sistemas. Nos enfocamos en todos los contextos, físico, químico, biosemiótico, cognitivo, etc. independientemente de si están relacionados con seres humanos o no y reconocemos la interconexión de todos los elementos en un sistema comunicacional.
Comunicación, fenómeno que revela la reacción al intercambio informacional producido.
2 axiomas:
Axioma 1: Siempre que haya contacto informacional, hay un medio y contexto que lo permitió generando la comunicación.
Axioma 2: En cada reacción, sea cual sea, siempre hay un resultado de un proceso de comunicación.
Detalle observable : Cuando se da el contacto es la distancia cero en el medio que los conecta (aplicable por ejemplo a la física, química, etc.).
Charles Michel , 2024
Charles Michel , 2024
El salto que vuelve este planteo diferente
Introduce un criterio que permite medir, observar y clasificar el fenómeno sin depender del lenguaje, del significado o de la intencionalidad. Y esto abre la puerta a algo que el campo nunca terminó de resolver: una teoría unificadora de la comunicación.
Desde ese lugar, lo que estamos formulando no es una extensión de teorías previas: es una base distinta sobre la cual las teorías previas pueden reorganizarse.
Este planteo no contradice lo conocido; lo reordena y lo explica desde un nivel más fundamental. El planteamiento no compite con la teoría comunicacional existente: la contiene.
Aquello que la tradición llama "comunicación humana" se vuelve un caso particular dentro de una estructura más amplia. Se toma a la comunicación humana como un tipo de comunicación donde cada persona crea elementos informacionales para que otro interprete.
Hasta donde llega la teoría formal disponible, no existe una corriente ya establecida que haya formulado la comunicación así : como un fenómeno universal basado en el intercambio de información cuya existencia se evidencia en la reacción (neutralidad también es reacción , reacción cero - coexistencia), sin importar si los elementos implicados son humanos, biológicos, mecánicos o físicos.
Esta forma de entender la comunicación no se limita al lenguaje ni a la intención, sino que la reconoce como condición estructural de relación en cualquier nivel de existencia.
Descubre las bases de la comunicología que desarrollamos
eBOOK - PDF
¿Cómo es tu entorno comunicacional?
Tu bienestar depende de eso.
Este ebook (pdf de fácil lectura) de 74 páginas desafía las expectativas convencionales al explorar la comunicación desde otro lugar.
DESDE OTRO LUGAR - De la naturaleza inerte a la intención de los vivientes .
"Desde otro lugar" invita a reflexionar sobre los entornos comunicacionales, la interpretación y la percepción del mundo. Desafía al lector a adoptar una actitud abierta y receptiva ante las múltiples realidades que nos rodean.
Sumérgete en este material sin etiquetas ni expectativas y descubre tu entorno comunicacional.
ISBN 978-9915-42-535-1
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Es un libro conceptualmente consistente, original y coherente. No intenta repetir marcos clásicos ni “traducir” teorías existentes, sino que propone un cambio de eje: la comunicación no como herramienta humana, sino como condición estructural de la existencia. Esa decisión atraviesa todo el texto y le da identidad.
Originalidad epistemológica
El libro no se limita a ampliar definiciones: reordena la jerarquía entre disciplinas colocando a la comunicación como fenómeno previo a lo químico, biológico y social. Esa postura es arriesgada, pero está bien sostenida y es coherente de principio a fin.
Coherencia interna
Los conceptos de elemento, líneas, rutas, neutralidad e interpretación no aparecen como metáforas sueltas, sino como un sistema conceptual estable que se va complejizando sin contradecirse.
Valor aplicado al bienestar
Sin ser un libro de autoayuda, ofrece una herramienta concreta para el bienestar: la neutralización comunicacional. Esto lo vuelve útil más allá del ámbito académico, sin perder profundidad.
Tono y posicionamiento
El texto no impone verdades. Invita a mirar, a desplazarse de lugar, a observar los filtros. Eso es coherente con lo que propone y le da una autoridad tranquila, no dogmática.
En síntesis, es un libro que no es masivo por diseño. Exige lectura atenta y disposición a correrse de marcos aprendidos. Desde Otro Lugar es un libro que abre campo.Tiene identidad, profundidad y una propuesta clara. No explica el mundo: enseña a mirarlo. Y eso, desde la comunicología, es un aporte muy valioso.
Consecuencia epistemológica
Aquí cambiamos el foco. Ese cambio abre una puerta que la teoría tradicional no había recorrido: la idea de que la comunicación no es un invento del ser humano, sino un mecanismo preexistente del universo que los humanos usan. La complejidad humana aparece después, como extensión evolutiva del mismo principio que ya operaba en átomos, moléculas, ecosistemas y sistemas físicos.
La comunicación suele comprenderse como un proceso humano centrado en transmitir mensajes. Esta perspectiva ha sido útil para estudiar prácticas sociales y culturales, y es una parte importante de la comunicología en el área humana pero eso no quiere decir que limite el fenómeno exclusivamente a lo humano y a su dimensión simbólica.
Esta mirada propone un enfoque diferente: la comunicación siempre ocurre cuando existe intercambio de información entre elementos (Le llamo elemento a todo lo que emite información inclusive un pensamiento) . Una célula responde a una señal química, una máquina procesa datos, un organismo reacciona a estímulos, dos partículas ajustan su comportamiento según fuerzas físicas. En todos estos casos, hay un flujo de información que genera relación y respuesta a través de un medio que los conecta. Desde este marco, la comunicación no es solo algo que hacemos, sino algo que sucede como condición para que cualquier sistema se mantenga, interactúe o cambie.
Esta forma de ver la comunicación amplía su alcance, permitiendo analizar fenómenos humanos, tecnológicos, biológicos y físicos desde una misma base conceptual. Comprenderla así invita a repensar la pregunta central: no solo cómo nos comunicamos, sino qué hace posible la comunicación en cualquier nivel de existencia.
A lo largo del tiempo diversas corrientes han explorado esta perspectiva, alejándose de la visión centrada exclusivamente en el mensaje intencionado, no quitando que esta no sea una forma de comunicación.
Entre los referentes más importantes se encuentran Norbert Wiener, quien desde la cibernética propuso que la comunicación es un flujo informacional presente también tanto en animales como en máquinas. W. Ross Ashby aportó la noción de autoorganización aplicada a sistemas complejos, mientras Ludwig von Bertalanffy desarrolló la Teoría General de Sistemas, mostrando que distintos tipos de sistemas comparten principios de intercambio y regulación. Thomas Sebeok amplió la discusión hacia el mundo biológico con la biosemiótica, y Anthony Wilden integró enfoques ecológicos y sistémicos, destacando la comunicación como parte de la dinámica y equilibrio entre elementos interconectados.
Estas visiones comparten elementos centrales: consideran la comunicación como intercambio de información entre sistemas, independiente del lenguaje o la intención; se enfocan en los mecanismos del proceso y no solo en los contenidos; y reconocen que los principios comunicacionales pueden aplicarse en múltiples niveles de existencia —físico, biológico, tecnológico, social, etc. De este modo, la comunicación deja de ser únicamente un acto humano para convertirse en un principio estructural que sostiene la relación, el funcionamiento y la transformación de cualquier sistema. Mi trabajo reconceptualiza lo que la comunicación es integrando todas las manifestaciones.
Ejemplos del fenómeno comunicacional analizado desde esta mirada
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Una persona abre una ventana en una habitación calurosa. Nadie habla, pero otra persona se levanta y busca una campera porque siente frío. La comunicación se consolida en la reacción: el cuerpo interpreta la nueva temperatura (información) y actúa en consecuencia. (BIOSEMIÓTICA)
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Si en un entorno laboral alguien recibe una corrección ( ELEMENTO) y la interpreta como crítica personal, puede experimentar enojo o frustración ( REACCIÓN) ; aplicando la posibilidad de la neutralización comunicacional, esa misma información se observa solo como dato funcional —no como juicio sobre la identidad— y la reacción cambia: deja de ser emocional y pasa a ser operativa. Esta capacidad de reinterpretar la experiencia no elimina lo que ocurre, pero transforma profundamente cómo se vive, facilitando bienestar personal, relaciones más sanas y decisiones más conscientes.
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Un ejemplo en prensa puede verse cuando un titular de un diario anuncia: “Se aproxima tormenta fuerte para la región.” La frase por sí sola no define la comunicación; lo que confirma el fenómeno comunicacional es la reacción de quienes reciben esa información. Algunas personas cierran ventanas, otras cancelan un viaje, otras salen antes del trabajo y algunas no hacen nada.
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Al agregar vinagre a bicarbonato, se produce efervescencia inmediata. El bicarbonato “reacciona” a la presencia del ácido porque recibe información molecular que desencadena un cambio. La comunicación está en esa reacción observable. Compartieron sus características y reaccionaron de acuerdo a sus propiedades.
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Cuando una célula detecta un aumento de glucosa en el entorno, libera insulina para regularla. No hay mensaje simbólico, pero la célula “lee” el entorno, procesa la información y responde. La reacción confirma que hubo comunicación.
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Un pájaro emite un sonido de alarma y el resto de su grupo vuela. No importa si el mensaje tiene significado convencional humano: lo que confirma la comunicación es la reacción del grupo ante el estímulo informacional.
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Un sensor inteligente detecta humo e inmediatamente activa una alarma. La señal no tiene intención ni interpretación subjetiva, pero el sistema cambia de estado en respuesta a la información, mostrando que ocurrió comunicación en términos estructurales.
La comunicación revela la interacción entre informaciones.
No es una capacidad humana solamente. Es una condición de existencia.
Nuestra terminología: el vocabulario que sostiene esta nueva mirada
Nuestra comunicología nace de observar la comunicación más allá del diálogo, del mensaje o de la conducta humana. Propone entenderla como un fenómeno estructural presente en cualquier proceso donde exista intercambio de información. Por eso, con el tiempo, fuimos desarrollando términos propios que no se encuentran en la comunicación tradicional, pero que ayudan a describir con precisión cómo funciona este proceso.
Entre los términos fundamentales se encuentra el proceso comunicacional estructural, que nos permite hablar de comunicación en cualquier escala —humana, biológica, física o sistémica— como aquello que organiza la interacción entre informaciones. A esto se suma la neutralización comunicacional, herramienta clave para observar una situación sin filtros emocionales o interpretativos previos. Otros conceptos centrales son los entornos comunicacionales individuales, que representan la estructura interpretativa propia de cada persona, y la reacción interpretativa, que evidencia que no reaccionamos al hecho en sí, sino a cómo lo interpretamos desde nuestra propia estructura.
Para analizar la comunicación con mayor precisión, incorporamos el término técnico que describe nuestro principal proceso, el de elementización, que permite dividir una situación en partes observables. Sumamos los filtros comunicacionales aprendidos, que explican cómo la cultura, la historia personal y los hábitos moldean la interpretación; y las interferencias comunicacionales, que describen las fricciones del intercambio que no dependen del contenido, sino del contexto o de la estructura interpretativa.
Cuando este enfoque se aplica al bienestar, emergen conceptos como el reaprendizaje comunicacional, una forma de reorganizar la estructura que interpreta la información para transformar la experiencia emocional y reinterpretarla; y la neutralización previa a la emoción, que recuerda que toda emoción es una respuesta a un procesamiento comunicacional anterior, no un impulso independiente.
Además, hay términos frontera entre comunicación, filosofía y física. La idea de la comunicación como condición de existencia propone que nada puede reaccionar, cambiar o relacionarse sin un intercambio de información, ubicando la comunicación como base del funcionamiento del universo.
El concepto de información activa reconoce que la información actúa, modifica, transforma y genera respuesta. Es una expresión presente en todo elemento o sistema que causa que algo reaccione o no, cambie o se organice. Se considera activa, operando incluso antes de ser interpretada o percibida por una persona. No reaccionamos a los hechos en sí, sino a cómo nuestra estructura interna procesa esa información, y al modificar ese procesamiento también cambia nuestra experiencia del mundo.Incorporamos el término biosemiótica para reconocer que esta dinámica también ocurre en sistemas vivos que interpretan señales, estímulos y contextos antes de responder.
Todos estos términos no pretenden complicar el trabajo comunicológico, sino hacerlo más preciso. Cada término aparece porque la realidad necesitaba una palabra que la nombrara tal como la estamos observando desde esta perspectiva. Y cuando una disciplina crea lenguaje, significa que está construyendo un camino propio.
Aquí comienza el nuestro.
